Los cursos de Formación Técnica Integral, impulsados desde el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, brindan una capacitación práctica y metodológica que además incluye temas tan importantes como corresponsabilidad en el cuidado, emprendimientos sociales y solidarios y derechos laborales.

La Paz, 10 de junio (FTI/ CPMGA).- Más de 17 mujeres concluyeron hoy el primer, segundo y en algunos el tercer módulo del curso de confección de ropa de la chola paceña. Como parte de su formación las beneficiarias, aprendieron desde el manejo de la máquina de coser, presillado, confección de falda, pollera de tres hasta diez bastas, falda pollera, enaguas, blusa y mandil.

Carla Gutiérrez, Directora Ejecutiva del Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza, destacó el ímpetu y destrezas adquiridas por las participantes de este curso de formación técnica integral, “hoy hemos visto que tras estos cursos muchas de las participantes están apuntando a iniciar un emprendimiento en la pollerería como una alternativa para su autonomía económica”.

Estos son muy buenos resultados, muchas de ellas volverán el siguiente trimestre para culminar el tercer módulo y nosotros estaremos acompañando en la generación de sus emprendimientos, señaló Gutiérrez.

Según explicó durante los tres módulos del curso las beneficiarias aprenden conceptos iniciales de costura, el manejo de la máquina, el presillado; en un segundo módulo ya empiezan a hacer otro tipo de polleras con seis o siete bastas que son las que están de moda. Hay alumnas del tercer módulo que ya confeccionan las polleras mucho más complicadas con 16 a 25 bastas.

En todo este proceso lo más complicado es el presillado, que es prácticamente un trabajo manual y el cual se logra de manera práctica, pues el curso es un 90% práctico y un 10% teoría, entre la que se incluye, por ejemplo, el tema de costos.

Patricia Calisaya, beneficiaria del segundo módulo del curso de confección de ropa de chola paceña, agradeció por la oportunidad de aprender, la cual le permitió cumplir un sueño que era el de confeccionar sus propias polleras, ahora con los conocimientos adquiridos y una vez haya concluido el tercer módulo su sueño es conseguir el capital y abrir su propia pollerería.

Laura Jiménez Mancilla, otra de las beneficiarias, agradeció la paciencia de la instructora y el apoyo de las demás participantes; también destacó la formación integral que recibió en temas de prevención de violencia y sobre cómo emprender un negocio propio.